Es recomendable que tomes los chicles regularmente a lo largo de cada día y además cuando aparezcan las ganas de fumar. En ocasiones, se puede complementar el tratamiento con parches de nicotina.
La dosificación y el máximo de chicles que puedes tomar varían según tu grado de dependencia a la nicotina, y por eso es recomendable que consultes a un profesional para optimizar al máximo el tratamiento y las posibilidades de éxito del mismo.
Los principales efectos secundarios de los chicles de nicotina no son muy importantes, y pueden evitarse si se mastica la goma según las instrucciones que daremos en el próximo post. Los chicles de nicotina pueden provocar inflamación e irritación de la boca y la garganta, sensación de mal sabor de boca, dolor de la articulación de la mandíbula, náuseas, ardor de estómago y aumento de gases abdominales, mareo y dolor de cabeza.
Frecuentemente algunos fumadores rebajan la dosis y la frecuencia del chicle antes de lo recomendable, lo que lleva al fracaso del método. Como mínimo, se recomienda mantener el tratamiento durante 8 semanas y puede prolongarse incluso más allá de 3 meses.
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